jueves, 31 de diciembre de 2015

Silencio pactado

Llámalo un secreto inconfesable.

Llámalo fallo imperdonable.

Llámalo falta de cordura o de razón.

Llámalo momento de entendimiento o de confusión.

Llámalo contradicción.

Llámalo el final de una página más en blanco de ese libro inacabado.

Llámalo como quieras, pero llámalo; así tendremos la certeza de que algo ocurrió.

Ahora nos quedamos sumidos en un silencio pactado llamado orgullo.


Ninguno de los dos nos poníamos de acuerdo, pero siempre existió esa conexión especial entre nosotros.

Anclados como dos barcos en el mismo puerto del que nunca partirán.

Perdidos como dos náufragos en una isla desierta que no tienen más remedio que mirarse a los ojos porque es en la pupila del otro, el único lugar donde pueden encontrar algo de consuelo.


<<Cuando el orgullo comienza, el amor muere>>, Johann Caspar Lavater.

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