jueves, 10 de diciembre de 2015

Búscame

Si mañana te sientes solo y asustado, búscame.

Si con sus besos no son suficientes, búscame.

Si la alegría ha desaparecido de tu vida, búscame.

Si tu alma ya no se ríe y corre el riesgo de marchitarse, búscame.


Si necesitas que un huracán vuelva a poner tu vida patas arriba, búscame.

Si ya todo te parece frío y gris, si necesitas color y calor, búscame.

Si sólo necesitas alguien que te escuche, búscame.

Porque deberías buscarme.

Y así lo hiciste.

Me buscaste, me encontraste, me abrazaste. Pero no volviste a ver ni a tocar a la misma persona.

Esa persona que alguna vez te había hecho sentir grande; la que, alguna vez, con sus besos sí bastaban; con la que alguna vez mantuviste la alegría; con la que tu alma siempre sonreía.

Esa persona que normalmente ponía tu vida patas arriba; con la que todo era tan cálido y colorido; la que te miraba a los ojos y te entendía sin palabras.

Después de marcharte, me cambiaste. Y, en la vida, hay cambios que son permanentes.

<<Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos>>, Viktor Frankl.

No hay comentarios:

Publicar un comentario