miércoles, 20 de julio de 2016

Noches perdidas

Todo en él era peligroso. Desde sus ojos color azabache hasta su chaqueta negra de cuero. Se notaba en el viento colándose por la fina rendija de la ventana. Se notaba incluso en la noche misma. Se notaba que estaba cerca. Sin embargo, hay noches oscuras que calman. Y hay almas libres allá donde vayas.

Así eras, libre, caminando hacia donde te llevaba el viento. Compartías caricias con quien te las pedía. Podías pasarse las noches enteras en vela, de fiesta o mirando las estrellas.

Pero cambiaste tus noches perdidas por ella. Le dedicaste el tiempo que merecía, le regalaste esas noches y esos días. Llegó a creerte mientras dormía, mientras pasabas tus dedos por su espalda, susurrando que era la única a la que querías.

Ahora te mira y no te reconoce. Cambiaste sus besos por copas bien cargadas, sus abrazos por bailes solitarios y su cuerpo por la alargada barra del bar.

Ella no es melancólica, no le gusta mirar al pasado, no es de las que echan la vista atrás ni viven estancadas en algo que ya fue. Pero con contigo es distinto. Distinto porque le gustaba la forma en la que tus labios temblaban de emoción al pronunciar su nombre; la forma en la que tus pupilas se dilataban cuando la mirabas; la forma en la que tus dedos se entrelazaban casualmente con los tuyos y decidías no apartarlos.

Así de fácil era, así de complicado lo hiciste. Ya no quieres pronunciar su nombre, ni que te pille observándola, ni siquiera que vuestros dedos se rocen. Dices que no debes depender de nadie, que ella es la peligrosa. Dices que engancha como una droga y que ya no eres el mismo. No te das cuenta de que el cambio es bueno.

Lo irónico es que único peligro que existía era tu felicidad casi extinguida. El brillo aparentemente permanente instalado en tus ojos amenazaba con desaparecer a medida que ella tomaba el camino opuesto a tus labios. Ahora cuando te vuelva a mirar, no te verá a ti, sino a ese ‹‹tú›› pasado que decidiste dejar de lado.


<<Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta>>, John Lennon.

lunes, 11 de julio de 2016

Vía de escape

Yo, que caminaba tranquila por la acera aquella noche, que me fiaba hasta de tu sombra.

Tú, que me seguías y me perseguías como un depredador, que no confiabas en nadie más que en ti mismo.

–¡Arriba las manos, esto es un atraco! –gritaste apuntándome con un arma que no estaba cargada.

Al principio no lo entendí, incluso sonreí; pero, con el tiempo, comprendí que lo que hiciste fue un robo de mi corazón a mano armada.

Me dejaste sin opciones.

Disparaste con sólo mirarme.

Me mataste nada más tocarme.

Huiste del mundo y me llevaste contigo, atada de pies y manos.

Pensé que éramos eternos. Pero no existe un “nosotros” eterno, ni siquiera metafóricamente hablando.

Aun a riesgo de perderme, me enfrenté a mis miedos diciéndote adiós para siempre. Fue ahí cuando recordé quererme, recordé que mis sueños e ilusiones iban mucho más allá de tenerte.

Solté las cadenas que me ataban a tu risa, escondí las cuerdas que me ligaban a tus dedos y dibujé una vía de escape alternativa, una salida de emergencia para alejarme de esos túneles negros de tus ojos.


<<No hay ningún sueño eterno: a cada sueño le sustituye uno nuevo y no se debe intentar retener ninguno>>, Hermann Hesse.

sábado, 2 de julio de 2016

¿Y si arriesgas y ganas?

Corre. Más. Más rápido. Corre que se escapan. ¿No los ves? Son tus sueños caminando por el andén. Están esperando un tren que nunca te has atrevido a coger.

Tarde. Empezaste a correr demasiado tarde. Pero no te quedes sin aliento esperando al siguiente. Hay aviones o barcos que te pueden llevar mucho más lejos. Sólo tienes que aceptarlo. Aceptar que la vida no te pone en bandeja la alegría y que el camino que pensabas quizás no era el correcto. Hay miles de salidas, aunque nos empeñemos en seguir la más fácil. Hay más soluciones, aunque se nos compliquen con el tiempo. Pero ¿no es lo difícil lo que nos gusta, lo que nos atrae, lo que nos hace pensar y lo que nos hace crecer? ¿No son los retos los que nos ponen a prueba para saber de lo que somos capaces de hacer?

No, no tiene que ser fácil. Mejor lo difícil, lo complicado, lo intenso, lo apasionado y lo alocado. Mejor que las emociones sean fuertes, que dejen buen sabor de boca y mariposas en el estómago.

Sólo veo gente infeliz pretendiendo ser feliz. No, no hacemos lo que realmente queremos. No, no nos permitimos expresar lo que sentimos. Estamos atados por una cuerda invisible que hace incluso más daño así, sin verla. 

El País de las Maravillas no existe, y no podemos estar eternamente en Nunca Jamás. 
Mejor salir de la burbuja, tomar riesgos y, ya de paso, vivir


<<Si no estás dispuesto a arriesgar lo inusual, tendrás que conformarte con lo usual>>, Jim Rohn.