sábado, 2 de julio de 2016

¿Y si arriesgas y ganas?

Corre. Más. Más rápido. Corre que se escapan. ¿No los ves? Son tus sueños caminando por el andén. Están esperando un tren que nunca te has atrevido a coger.

Tarde. Empezaste a correr demasiado tarde. Pero no te quedes sin aliento esperando al siguiente. Hay aviones o barcos que te pueden llevar mucho más lejos. Sólo tienes que aceptarlo. Aceptar que la vida no te pone en bandeja la alegría y que el camino que pensabas quizás no era el correcto. Hay miles de salidas, aunque nos empeñemos en seguir la más fácil. Hay más soluciones, aunque se nos compliquen con el tiempo. Pero ¿no es lo difícil lo que nos gusta, lo que nos atrae, lo que nos hace pensar y lo que nos hace crecer? ¿No son los retos los que nos ponen a prueba para saber de lo que somos capaces de hacer?

No, no tiene que ser fácil. Mejor lo difícil, lo complicado, lo intenso, lo apasionado y lo alocado. Mejor que las emociones sean fuertes, que dejen buen sabor de boca y mariposas en el estómago.

Sólo veo gente infeliz pretendiendo ser feliz. No, no hacemos lo que realmente queremos. No, no nos permitimos expresar lo que sentimos. Estamos atados por una cuerda invisible que hace incluso más daño así, sin verla. 

El País de las Maravillas no existe, y no podemos estar eternamente en Nunca Jamás. 
Mejor salir de la burbuja, tomar riesgos y, ya de paso, vivir


<<Si no estás dispuesto a arriesgar lo inusual, tendrás que conformarte con lo usual>>, Jim Rohn.

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