jueves, 26 de noviembre de 2015

Los sueños deberían comenzar al despertarse y no al irse a dormir

El quiero y no puedo constante es el mismo puedo y no quiero que nos invade. Diréis que es una contradicción, pero la vida no es más que una sucesión de momentos sin sentido, de sueños incumplidos y de promesas rotas.





Los sueños deberían comenzar al despertarse y no al irse a dormir.






Más locuras y menos amarguras, que los lunes también pueden ser divertidos y los viernes un sin sentido.

Los cafés deberían derramarse más a menudo para que alguien se inclinara de vez en cuando frente a una dama.

La vida debería vivirse por la noche en lugar de por el día cuando es más difícil distinguir la crueldad del mundo. Como por la noche todos los gatos son pardos, ojos que no ven, corazón que no siente.


Los cuentos de hadas no deberían existir y así los niños no tendrían tanta sobredosis de mentira.

Tú no me deberías haber susurrado y yo me debería haber escondido. Tú no deberías haber venido y yo me debería haber ido cuando aún podía.

<<Soy un paranoico al revés. Siempre sospecho que la gente está planeando algo para hacerme feliz>>, J. D Salinger.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Si no tuvieras miedo, ¿qué harías?

Ese rostro lleno de dudas, esos ojos teñidos de incertidumbre. ¡Como si ella misma no tuviera suficiente con su propia inseguridad!

Si supiéramos a ciencia cierta que no íbamos a lograrlo, ¿para qué luchamos entonces? 

Siempre hay que mantener la esperanza, darse una oportunidad a uno mismo. Si no, ¿de qué serviría todo lo que pensamos, nuestros proyectos e ilusiones, nuestros ideales y ganas por llegar a lo más alto?


Te dicen que no puedes y tú mismo te lo repites. Pero ¿qué haces? ¿No te das cuenta de que eso es lo que quieren? Que tu incertidumbre te transporte al miedo, a la incapacidad y al no puedo.

Por eso hay que salir, levantarse y respirar. Saber que puedes seguir viviendo tu propia historia sin importar el qué dirán. Siendo dueño de ti mismo no tropezarás con el abismo.

<<La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar>>, Mario Vargas Llosa.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Recuérdame cuando estés a punto de olvidarme

Recuerdos vacíos o llenos de vida. ¿Qué más da? Sólo son pasado. Pero el pasado vuelve y te atormenta. Estropea tu presente y nubla tu futuro. Siempre me han dicho que hay que aprender a vivir con el recuerdo. Quedarse con los buenos momentos y olvidar los malos. 

Pero son precisamente los malos recuerdos los que, tras estar enterrados en tu mente durante tanto tiempo, algún día explotan y regresan a ti.


Muchos dicen que los recuerdos hacen a las personas, que sin ellos no somos nadie. Que todas las experiencias vividas y el pasado hacen que alguien sea como es. Los recuerdos te devuelven la vida, pero también asustan.

Asusta recordar.

Asusta mirar atrás, saber que nada  volverá, saber que todo va a ser distinto… también asusta no volver a recordar. Asusta el olvido.

Déjame recordarte que el olvido no existiría si no existieran recuerdos que necesitáramos borrar; así que, recuérdame cuando estés a punto de olvidarme y dejaré de ser un recuerdo más.


<<…el olvido está lleno de memoria>>, Mario Benedetti.

jueves, 5 de noviembre de 2015

No hacen falta llaves

Estaba en cada lágrima que derramabas, en cada abrazo que te daba para impedir que te desmoronaras.

Estaba en cada palabra de consuelo, en cada sonrisa que te sacaba y en cada baile que disfrutabas; estaba tanto en las buenas como en las malas.

Estaba a tu lado cuando menos lo esperabas y cuando más lo necesitabas.

Tú, que le tratabas como uno más, como un amigo y que le querías como tal. Tú, ingenua que te estabas dejando llevar mientras él se acercaba aún más.

Amaste cada roce sin saberlo. Le buscabas a pesar de que ya le tenías. Escuchabas su voz embelesada y asentías ante sus sabias palabras.

Te prometiste encerrarte, ser más dura y fría que el hielo. Tiraste la llave de tu corazón. 

La lanzaste al agua con fuerza, enterrándola en el profundo océano, pensando que quedaría enterrada para siempre.


Lo que nunca imaginabas era que él no necesitaba ninguna llave. 

No le hacía falta tener la llave de tu corazón, pues ya era suyo.

<<El amor no necesita ser entendido, sólo necesita ser demostrado>>, Paulo Coelho.