Estaba en
cada lágrima que derramabas, en cada abrazo que te daba para impedir que te
desmoronaras.
Estaba en
cada palabra de consuelo, en cada sonrisa que te sacaba y en cada baile que disfrutabas;
estaba tanto en las buenas como en las malas.
Estaba a tu
lado cuando menos lo esperabas y cuando más lo necesitabas.
Tú, que le
tratabas como uno más, como un amigo y que le querías como tal. Tú, ingenua que
te estabas dejando llevar mientras él se acercaba aún más.
Amaste cada
roce sin saberlo. Le buscabas a pesar de que ya le tenías. Escuchabas su voz
embelesada y asentías ante sus sabias palabras.
La lanzaste al agua con fuerza, enterrándola en el profundo océano,
pensando que quedaría enterrada para siempre.
Lo que nunca
imaginabas era que él no necesitaba ninguna llave.
No le hacía falta tener la
llave de tu corazón, pues ya era suyo.
<<El amor no necesita ser entendido, sólo necesita ser demostrado>>,
Paulo Coelho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario