jueves, 26 de noviembre de 2015

Los sueños deberían comenzar al despertarse y no al irse a dormir

El quiero y no puedo constante es el mismo puedo y no quiero que nos invade. Diréis que es una contradicción, pero la vida no es más que una sucesión de momentos sin sentido, de sueños incumplidos y de promesas rotas.





Los sueños deberían comenzar al despertarse y no al irse a dormir.






Más locuras y menos amarguras, que los lunes también pueden ser divertidos y los viernes un sin sentido.

Los cafés deberían derramarse más a menudo para que alguien se inclinara de vez en cuando frente a una dama.

La vida debería vivirse por la noche en lugar de por el día cuando es más difícil distinguir la crueldad del mundo. Como por la noche todos los gatos son pardos, ojos que no ven, corazón que no siente.


Los cuentos de hadas no deberían existir y así los niños no tendrían tanta sobredosis de mentira.

Tú no me deberías haber susurrado y yo me debería haber escondido. Tú no deberías haber venido y yo me debería haber ido cuando aún podía.

<<Soy un paranoico al revés. Siempre sospecho que la gente está planeando algo para hacerme feliz>>, J. D Salinger.

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