Ese rostro
lleno de dudas, esos ojos teñidos de incertidumbre. ¡Como si ella misma no
tuviera suficiente con su propia inseguridad!
Siempre hay que mantener la esperanza, darse una oportunidad a uno
mismo. Si no, ¿de qué serviría todo lo que pensamos, nuestros proyectos e
ilusiones, nuestros ideales y ganas por llegar a lo más alto?
Te dicen que
no puedes y tú mismo te lo repites. Pero ¿qué haces? ¿No te das cuenta de que eso es lo que quieren? Que tu incertidumbre te transporte al miedo, a la
incapacidad y al no puedo.
Por eso hay
que salir, levantarse y respirar. Saber que puedes seguir viviendo tu propia
historia sin importar el qué dirán. Siendo dueño de ti mismo no tropezarás con
el abismo.
<<La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de
deshojar>>, Mario Vargas Llosa.
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