jueves, 19 de noviembre de 2015

Si no tuvieras miedo, ¿qué harías?

Ese rostro lleno de dudas, esos ojos teñidos de incertidumbre. ¡Como si ella misma no tuviera suficiente con su propia inseguridad!

Si supiéramos a ciencia cierta que no íbamos a lograrlo, ¿para qué luchamos entonces? 

Siempre hay que mantener la esperanza, darse una oportunidad a uno mismo. Si no, ¿de qué serviría todo lo que pensamos, nuestros proyectos e ilusiones, nuestros ideales y ganas por llegar a lo más alto?


Te dicen que no puedes y tú mismo te lo repites. Pero ¿qué haces? ¿No te das cuenta de que eso es lo que quieren? Que tu incertidumbre te transporte al miedo, a la incapacidad y al no puedo.

Por eso hay que salir, levantarse y respirar. Saber que puedes seguir viviendo tu propia historia sin importar el qué dirán. Siendo dueño de ti mismo no tropezarás con el abismo.

<<La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar>>, Mario Vargas Llosa.

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