¿Que si me
arrepiento de haberte conocido? No. De lo que me arrepiento es de no haber
cortado por lo sano.
Me dicen que
es más fácil odiarte que quererte. Tienen razón. Porque, aunque tú no lo
entiendas ahora, es la única manera de olvidarme de ti.
Me arriesgué
una y mil veces por ti. Me enamoré cientos de veces de ti y me desilusioné
otras tantas.
Me dicen que
has sido el mayor error de mi vida. Tienen razón. Pero, ¿qué sería de nosotros
si no cometiésemos ningún error? Si lo hiciéramos todo perfecto, ¿dónde estaría
la emoción?
Me divertí y
lloré gracias a ti. Fui consciente de que cada vez que te apartabas con un
punto y final, siempre era punto y seguido.
Y ahora no
eres más que un error difuminado, casi imperceptible y, lo más importante,
indoloro. Eso es en lo que acabaste convirtiéndote para mí.
Te perdí
entre copa y copa, te seguí entre la gente y te mezclaste con el olor a tabaco.
<<La perfección es una pulida colección de errores>>, Mario Benedetti.
Que no te
sorprenda que, después de todo, te dé las gracias. Sí. Gracias por hacerme ver
que eres lo opuesto a lo que quiero. Gracias a que me dejé engatusar por tu
elegante traje, preferí hombres sin corbata y más sinceros. Gracias porque tú,
amor, eres el perfecto error que todo el mundo debería cometer, al menos, una
vez en su vida.
Ahora soy
consciente de que el único error que no se debe cometer es el de arriesgarse
por alguien que no sea uno mismo.
<<Si no te equivocas de vez en cuando, quiere decir que no estás aprovechando todas tus oportunidades>>, Woody Allen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario