sábado, 13 de febrero de 2016

Mi ciudad en ruinas

Dicen que todos los caminos llevan a Roma pero yo, por más que lo intento, sólo te encuentro a ti. Escoja la ruta que escoja, no veo más que unos ojos curiosos que me espían y me torturan. Espero que eso no signifique que tú eres mi Roma particular porque ya tengo suficiente con mi propia ciudad en ruinas.

Sí, mi mente es una especie de panteón romano con ideas tan rotas como sus columnas partidas y con pensamientos más perdidos que los trozos de piedra esparcidos por el suelo agrietado.




Y no porque mi cabeza sea un caos o se parezca a una jaula con varios pájaros revoloteando desorientados de lado a lado, voy a dejar de hacerla caso. Es más, debería escucharla más a menudo en esas ocasiones.




Cuanto más perdida y desorientada me siento, más conveniente es escucharme a mí misma. Porque en esos momentos de debilidad me grito, nada más y nada menos, que lo que siento de verdad.

Quizás mi ruina haya sido encontrarte, pero no por ello vas a dejar de ser mi ciudad favorita. 

Léelo de delante hacia atrás o de atrás hacia delante. Léelo de cualquier manera porque siempre serás mi Roma o mi amor.





<<No existe el orden en el mundo, debemos adaptarnos al caos>>, Kurt Vonnegut.

No hay comentarios:

Publicar un comentario