jueves, 3 de septiembre de 2015

Mi Cuarta Reliquia

Eran tres las Reliquias de la Muerte. Aquel que consiguiera todas se convertiría en el Señor de la Muerte. El hombre más poderoso e invencible del mundo mágico jamás visto. La Capa te puede hacer invisible con sólo echártela por los hombros. La Varita de Sauco te hace el mago más brillante de todos los tiempos capaz de realizar los mejores hechizos. Y, por último, la Piedra de la Resurrección te da el poder de revivir a los muertos.


Los que hayan leído Harry Potter me entenderán. Pero hoy en día, ¿quién cree en la magia? Tan sólo los más ilusos. 
Sin embargo, yo creo que existe algo especial, algo que puede cambiar muchas cosas. Yo creo en la magia de las palabras. Palabras que se convierten en historias. Historias que se convierten en ilusiones. Ilusiones que hacen revivir la magia. Porque las personas podemos hacer magia.

Creo haber encontrado una Cuarta Reliquia. No, no se trata de magia; aunque, es capaz de consolar a un niño cuando llora, es capaz de reconciliar a dos personas que se distancian, es capaz de gritar al mundo lo que no quiere oír, es capaz de definirte y hacer que tengas algo distinto y especial... Mi Cuarta Reliquia son las palabras. Escritas o habladas. En mayúsculas o en minúsculas. Palabras. Algunas se marchan con el viento pero ¡eh!, se han dicho y no hay vuelta atrás. Otras permanecen en papel. Esas me gustan más. Puedes vivirlas y sentirlas más de una vez.

Sólo espero que la gente sepa apreciar mi Cuarta Reliquia. Que vivan a través de sus propias palabras, que canten, que griten y que se desahoguen. Que se dejen aconsejar y, sobre todo, que escuchen. Que cada persona aporte un pequeño granito de arena con sus palabras y que dejen tanta huella, que el viento sea incapaz de borrarlas.

<<No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras>>, Juan Luis Vives.

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